domingo, 21 de diciembre de 2014

Times New Roman





Sigamos con las principales familias tipográficas. Si la Helvética es la más conocida entre diseñadores, seguro que la Times New Roman lo es entre el resto de usuarios de ordenadores: ¿Quién de vosotros no la ha utilizado alguna vez en un documento de Word?

Creada expresamente por el periódico londinense The Times, fue utilizada por el mismo a partir de 1932 y se ha convertido en una de las tipografías con serifa más utilizadas por estar incluida de serie en todos los sistemas operativos Macintosh y Windows. 


Si bien no dispone de muchas variantes (sólo negrita y cursiva), su alta legibilidad y economía de espacio la hacen idónea para todo tipo de publicaciones en las que prima el ahorro de papel (periódicos, libros, revistas...).

En lo referente a su historia, a finales de los años veinte y principios de los treinta, mientras se estaba avanzando en todos los campos, en el ámbito de las tipografías se produjo un retroceso. Los estudiosos realizaron una revisión de las fuentes tradicionales para quedarse lo mejor de ellas y combinarlo con las nuevas tendencias. Así The Times, a pesar de ser muy superior en comparación con el resto de los rotativos de la época en cuanto a tipografía se refiere, contrató a Stanley Morison como asesor en esta materia. Stanley ya había manifestado en varias ocasiones su descontento con las tipografías utilizadas por este diario; por ello comenzó a experimentar con los nuevos tipos revival creados por Monotype y con otros como Plantin, Baskerville y Perpetua (de Eric Gill). Se hicieron múltiples combinaciones pero todas ellas presentaban inconvenientes, lo que facilitó a Morison conseguir su idea inicial: proponer al diario crear un tipo específico propio.

Tras varias reuniones, por fin se decidió que el nuevo tipo se basaría en el tipo Plantin. Se concretó este modelo por tener la virtud de ser algo más apretado que los Baskerville y Perpetua. El resultado fue la Times New Roman, fruto de una libre interpretación del tipo del siglo XVI, diseñado por el impresor de Ámsterdam, Cristóbal Plantino. Paradójicamente, esta tipografía reunía muchas características que estaban vigentes en el modelo tipográfico del siglo XX.

Toda esta tarea fue llevada a cabo por Morison porque su objetivo era mejorar la calidad de impresión del diario. Muy pocos se dieron cuenta de los cambios, algo que no ofendió a su creador, ya que Morison lo vio como un éxito. Times New Roman fue un gran éxito para el diario, pero no para el resto de periódicos de la época, que utilizaban papeles de peor calidad y que exigían tipos sutiles con menor modulación de rasgos y mayor grosor en los remates. Sin embargo, la situación cambiaba en la edición de libros, donde la utilización de papel de mejor calidad y el ahorro de espacio obtenido con este tipo de letra, lo convirtió en en uno de los más utilizados.

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